Dispense, Desamor
Disculpe si lo evoco sin agrado;
confieso haber tratado con sus cosas;
si vuelvo a asir las púas de sus rosas
me pierdo en su jardín rüin y ajado.
Perdone si le he dado al mal de lado
y doy a mis conductas por honrosas.
Hundiendo a lo penoso en mar de losas.
Haciendo de lo duro un tierno aguado.
Disculpe si este paso me encamina
a donde anduve tanto por un sueño
soñando que ese sueño se culmina.
Perdone si el amor es mi doctrina.
Disculpe si mi rostro está risueño.
Debajo de ese amor, mi amor camina.
Juanjo Almeda
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SONETO A LA GRANJA SAN ANTÓN
Un ladrido, quizá, de un fiel amigo,
o el rumor de un maullido que te llama.
La letrilla del ave que declama.
La romana que está pesando al trigo.
Un polluelo que está buscando abrigo,
o cachorros buscándose una cama.
Tarántulas en urnas con su trama.
Un loro que querrá charlar contigo.
Visitas con historias y pacientes.
Un médico letrado en animales.
Adjuntos. Material de ambulatorio.
Un hombre y su cigarro entre los dientes.
Collares y correas de ramales.
Concurren por la granja de Gregorio.
(Granja San Antón es una tienda de animales
con veterinario ubicada en el barrio de El Palo, Málaga.
El hombre del cigarro es un amigo del propietario
del establecimiento -Gregorio- que frecuenta mucho ese lugar.)
Juanjo Almeda
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