ALGUNOS POEMAS





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Hablaré de ti
el tiempo que me queda

                                                 
                                                  A ti; Málaga.



Qué digo de la tierra que bendice
a olivos, a un mar de plata y al vino,
si ya lo dice todo aquel camino
que halló Cartago desde aquel fenice.

Cómo narrar lo que al reloj le dice
el viento del pasado y su destino.
Recuerdos en vestigios son el sino
de que nunca su tiempo cicatrice.

En ti, colmado en oros varios vivo.
Y son tesoros donde el sol respira
los aires puros de no ser cautivo.

De ti, me halaga tanto ser nativo,
por ver que el mundo por tus ojos mira,
bebiéndose en su caldo tu cultivo.

Qué decir de la patria que dejara
poder crecer a esto que ahora es hoy.
Dejar nacer a esto que yo soy.
Qué decir, de la tierra que me ampara.

Si alguna vez mi sangre no me hablara
podrán saber mis gentes que me voy
a aquel lugar oscuro al cual estoy
tratando siempre de volver la cara.

Y me iré, como gira cualquier rueda.
Con todo aquello que por ti rodaba.
Quizá algún día por morirme ceda.

Y aunque me calle, y aunque hablar no pueda,
me oirán decirte, sin ninguna traba,
que pienso amarte lo que en ti me queda.


Juanjo Almeda



Cedo (a) la palabra



Pienso que se me da mejor oír que hablar.
A veces pienso que mi acento no se entiende.
Por eso, cederé la voz a mi palabra.
En ella no hablo extraño. Su voz escucharé.



Juanjo Almeda





Tu alimento
Mi alimento



Aliméntate del agua.
Por tu cuerpo que navegue.
Aliméntate del fruto
que meciéndose florece.

Aliméntate de plata,
del reflejo de los peces.
Aliméntate de risas,
de palabras, de la gente.

Aliméntate de abrazos,
de amistad, de la esperanza.
De caricias y de besos,
de los besos de una cara.

Aliméntate del fuego
de pasión descontrolada.
Del cariño, del amor.
Y, si quieres, de mi alma.


Juanjo Almeda

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