ABRELATAS
A Luis Miguel Malo Macaya
Si buscas en cajones de cocina,
lo encuentras casi siempre en otro lado
distinto en que creíste haber guardado
o en sitios que tu mente no imagina.
Después de haberlo hallado en una esquina,
lo agarras firmemente y con cuidado,
pendiente de la lata en un costado,
y ajustas su labor de guillotina.
Comienzas a cortar sin que resuelle
el duro y frío envase de hojalata
rogando que termine su degüelle.
No es raro que algún día se te melle,
te manches con el caldo de la lata,
y todo se te caiga y se te estrelle.
(Poema escrito el 18 de marzo de 2017 sobre las 1:00 h. de la madrugada,
en poco más de media hora, justo después del reto de Luis de escribir
un soneto sobre un abrelatas)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario