SUEÑO Y-REAL
Pobreza, hambre, miseria...
Anoche soñé con olas.
Que una de ellas me seguía.
Que en hondos huecos oía
sus ecos, no en caracolas.
Que al estar conmigo a solas
su espuma, seca y baldía,
sin clemencia arrasaría
a estos campos de amapolas.
Hubo rezos y esperanzas.
El mundo yacía yerto.
Ineluctable avenida.
Por qué, teniendo labranzas,
el mundo riega su huerto
ajando mares de vida.
Juanjo Almeda
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